miércoles, 2 de mayo de 2012

España y Puerto Rico, ¿de un pájaro las dos alas?

España enfrenta hoy una de las peores crisis económicas de su historia moderna. Mariano Rajoy, presidente del gobierno español, tiene la responsabilidad de poner a España “sobre sus pies”.
En Puerto Rico, Luis Fortuño, va a la reelección con todas las apuestas en su contra debido a la “medicina amarga” que ha tenido que implementar como parte de su gestión administrando el País.

Para los que no tenemos pleno conocimiento sobre asuntos económicos, es importante entender, en palabras simples, que es lo que está pasando con países como España, Grecia y Puerto Rico.
Las características más sobresalientes de la crisis económica son:

• Déficit gubernamental
• Desempleo
• Aumento en deuda pública
Déficit gubernamental- Una práctica de sana administración pública es realizar un presupuesto real, proyectando ingresos y gastos que sean honestos, verdaderos. El gobierno de ambos País fue irresponsable en gastar lo que no tenían.

En Puerto Rico, las administraciones de Sila Calderón y Aníbal Acevedo-Vilá, prometieron aumentos de sueldos a empleados públicos, obras de infraestructura, y acuerdos con bonistas, basándose en dinero que no tenían. Lo triste es que ellos conocían de la situación fiscal, y a pesar de eso, promovieron, por razones “politiqueras”, algo que luego llevó al País al punto en donde estamos hoy: una recesión económica sin precedentes.

El gobernador Fortuño podrá tener un sin número de desaciertos, pero hay que reconocerle que le brindó a Puerto Rico un cuadro claro de la triste realidad en la que se encontraban nuestras finanzas en el 2009.

A los empleados públicos no se les podía dar aumentos de sueldos porque simplemente no había dinero.

España tiene un déficit gubernamental histórico. Según la prensa española, el gobierno tendrá que recortar beneficios a los empleados públicos. Hay quienes aseguran que los despidos en el gobierno español son inminentes. España tiene un déficit, y van a recortar de dónde sea para subsanar esa grieta.

Desempleo- 25% y 16%, ese es el desempleo en España y Puerto Rico, respectivamente.

En Puerto Rico, economistas aseguran que el desempleo real, puede rondar el 20%.

Para nosotros en la Isla es peor, el 40% de los boricuas que están aptos para trabajar, ni siquiera buscan empleo. Una sociedad en donde 4 de cada 10 trabajadores prefieren no unirse a la fuerza laboral, es una sociedad destinada al fracaso.

En España la mayoría de los desempleados son jóvenes, se estima que el 55% son menores de 30 años, recién graduados de las universidades, a quienes se les niega esa primera oportunidad de trabajo. Puerto Rico tiene un escenario parecido, jóvenes talentosos, dispuestos a aportar al País, pero con las puertas cerradas.

Por décadas, los gobiernos se han encargado de utilizar el empleo público como herramienta para manipular las estadísticas de personas empleadas. El patrono más grande de Puerto Rico es el gobierno.

Una economía basada en emplear personas en el sector público sin tener los recursos recurrentes para sostener el empuje, es una economía destinada a fracasar.

El gobierno en vez de emplear a las personas debe facilitar los recursos de adiestramiento, incentivos e infraestructura a la empresa privada para fomentar el reclutamiento de más individuos.

El desempleo es el resultado de políticas públicas desenfocadas, con buena intención pero mal implementadas. Se pretende educar a los jóvenes, pero se les niega el derecho a obtener su primera experiencia labora.

Deuda pública- Cuando los gobiernos despiertan a la triste realidad de que no hay dinero para cumplir lo que se le prometió al pueblo, recurren a una genial idea: pedir prestado.

Sin embargo, se le olvidó a las administraciones pasadas en Puerto Rico que llegaría el momento de pagar lo que se debe. Cuando no tienen para pagar entonces los inversionistas y bonistas comienzan a reclamar, y las casadas acreditadoras dejan en vergüenza el crédito del País.

Por ejemplo, en España, la deuda pública casi se duplicó de 2007 a 2011. Se estima que para el 2013 la deuda pública de dicho país alcanzará el 82.3 % del PIB. En otras palabras, el país le debe “a cada santo una vela”.

En Puerto Rico el cuadro es “desastroso”. La deuda pública se estima en $65,000 millones, lo que representa el 98% del PIB. Si España le debe una vela a cada santo, Puerto Rico le debe el cielo a San Pedro.

La deuda pública es importante para hacer escuelas, carreteras, parques, etc. El problema es cuando se “endeuda” un país de la manera tan impresionante que los gobiernos lo han hecho con España y Puerto Rico. Otro asunto es aumentar la deuda pública para gastos recurrentes- gastos en los que hay que incurrir todos los años.

Los líderes que aspiran a dirigir Puerto Rico deben entender la coyuntura histórica en la que se encuentra nuestra Isla. El futuro económico es incierto, y la época de la improvisación y el mal manejo de las finanzas públicas debe ser cosa del pasado.

España ha tomado la ruta de la austeridad. Los sindicatos, estudiantes y otros sectores de izquierda han comenzado a protestar y levantarse en contra de las medidas tomadas por el Partido Popular de España.

Puerto Rico ya probó la “medicina amarga” de Fortuño.

Queda esperar si la medicina tiene efecto.

El asunto no es echar culpas a la “pasada administración”. Tienen razón aquéllos que reclaman que los gobiernos son elegidos para hacer, no para justificar fracasos. Sin embargo, es importante que el ciudadano entienda de dónde venimos, dónde nos encontramos, y hacia dónde vamos.

España y Puerto Rico son víctimas de políticas irresponsables, gastos exorbitantes y falta de planificación responsable.

En el desastre económico que arropa al mundo moderno España y Puerto Rico son de un pájaro las dos alas.

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