La Asamblea General de Delegados del Partido Popular Democrático sirvió como evidencia irrefutable de que ese partido ha decidido abrazarse a la corrupción por encima del juicio racional que debe llevar a las instituciones políticas a reflexionar y renovarse cuando la historia así lo requiere.
Aníbal Acevedo Vilá ha sido un gran estratega político, eso nadie lo pone en duda, pero su estrategia política viene siempre acompañada de la mentira y la manipulación. Su carrera como oficial electo de la Isla ha comenzado a revelar una faceta que pocos sabían pero que tarde o temprano tenía que darse a la luz: un político inteligente capaz de todo, incluyendo estrategias ilícitas para lograr sus objetivos. Esa es la triste realidad.
Hasta el día de hoy, el asunto de los cargos criminales por fraude, evasión contributiva y desvío de fondos en contra del Primer Ejecutivo había tocado a su persona y algunos de sus mas cercanos amigos. Sin embargo luego de la Asamblea celebrada en el Coliseo José Miguel Agrelot tengo que decir que el Partido Popular Democrática ha decidido abrazarse a la corrupción.
Ahora el asunto no se trata de Aníbal y su combo. El Partido completo ha respaldado con su voto a viva voz a una persona como él para que figure como alternativa en las elecciones del próximo mes de noviembre. Nadie dentro de ese organismo pudo brindar al País una razón clara y convincente de por qué se debe dar un voto de confianza a una persona acusada de 19 cargos graves de corrupción. Los que en los pasados años elogiaban a las autoridades federales hoy trataron, sin éxito, de hechar sobras sobre una investigación seria y responsable, una investigación que alrededor de todo Estados Unidos se hace a diario porque los corruptos deben ser perseguidos, llevarlos a la justicia y sentenciarlos para que no continuen robando al País y anden por la sociedad como si nada ocurriera.
El presidente del Partido Popular Democrático, Aníbal Acevedo Vilá, le indico a los delegados en la asamblea que las elecciones serán difíciles y que era responsabilidad de todos luchar para ganar las elecciones. Lo que se le olvido a este individuo es que las elecciones para su partido serán difíciles por su culpa, por su ineptitud, por su deseo voraz de utilizar los fondos públicos para poder comprar su propia libertad. La única persona que será responsable de la derrota aplastante que sufrirá el Partido Popular Democrático es Acevedo Vilá.
Lamentablemente líderes como William Miranda Marín, Alejandro García Padilla y Rafael Hernández Colón, entre otros, renunciaron a su cita con la historia y se dieron un abrazo, el abrazo a la corrupción. El silencio en ocasiones es cómplice.
Hoy quedó escrito para la historia que hubo un Partido Popular Democrático con la oportunidad de reivindicarse, renovar su liderato y encaminarse a una nueva visión de hacer política. Sin embargo fue solo eso, una oportunidad que se quedó en el papel porque el Partido Popular Democrático se dió unido, alegres, excitados y detrás de Aníbal, el abrazo a la corrupción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario